EL ENTROIDO (
CARNAVAL )
Mirando mis fotografías
de joven me veo con un seudodisfraz de carnaval, porque… en esa época no había
“un duro” para gastar en disfraces. Y mis padres, que pertenecían a Caritas,
bastante tenía con repartir a los más necesitados la merienda de pan duro y
queso yanqui… que nos mandaban los USA a cambio de dejarles instalar sus famosas bases
con bombas “atómicas”.
Aquel disfraz era
producto de mi propia imaginación, incluso el antifaz. Sí, desde que tengo uso
de razón en el rural de Galicia se celebró el Entroido y los
gallegos participamos en él de forma masiva. ¡Ni Franco pudo con una
tradición que tiene más años que el Camino de Santiago!
Aunque es verdad que en
las ciudades estaba prohibido taparse la cara por la calle. Según el señor
gobernador civil de la provincia por… “una cuestión de orden público”.
Yo también fui en Cudeiro “una
mascarita rural”. Para serlo, solamente tenías que vestirte estrafalariamente,
ponerte una máscara o antifaz y salir en compañía de las demás “mascaritas” del
pueblo a recorrer los caminos y gastarle bromas a la gente.
¿Qué por qué te cuento
esto? Son viejas añoranzas de viejo libertario, de esas que bien contrastan el
pasado con el presente, que no es verdad, don Jorge Manrique, que “cualquier tiempo pasado fuese mejor”. En lo que se
refiere al Entroido gallego, el presente es de fábula.
A mi entender, el
más puro carnaval de Galicia es rural
porque, como los ríos, va de pueblo en pueblo, recuperando la presencia de
personajes míticos que, como las meigas, solo aquí existen.
Así que, vamos a Laza. Es allí, junto al bosque encantado
del Invernadoiro, donde tiene su
origen esta ancestral fiesta: el Carnaval de la
Liberación, el que torna vitalistas los lugares por donde pasa. Y
ten en cuenta que no hay norma que valga en esta juerga pagana que nos aleja de
los tabúes sociales: ¡Nos protegen los animales del bosque encantado desde las
caretas de los piliqueiros!… Los grandes protagonistas del Entroido más antiguo.
Primitivo en cuanto a
formas y modos, es el carnaval de culto de los antropólogos por su gran interés
etnográfico. Es también el más largo: comienza con el año, cuando a las doce de
la noche del día primero aparecen ya los piliqueiros
para hacer sonar las chocas. Y terminará con la llegada de la cuaresma,
pero tras el miércoles de ceniza.
El piliqueiro. Este es el personaje principal por
su colorido y por el poder que representa. Es el elemento primordial de
la fiesta y el guardián de todos los demás elementos del Entroido.
Nadie puede tocarle y su origen resulta aún desconocido, aunque por los
elementos antiguos de sus vestimentas, la careta y las chocas, se asocia a
los medievales cobradores de impuestos del castillo de Monterrei.
Todos los viernes desde
el primero de enero se celebran los foliones con
fachóns, como si quisiéramos purificarlo todo con fuego. Comer
cabrito, beber y cantar canciones tradicionales, forma parte del rito de la
semana grande. El programa recoge los aspectos más ancestrales de la tradición:
Este domingo, tras
la misa, desfile de piliqueiros. El lunes la Morena intentará robarle su
mujer a algún vecino. El martes salen los piliqueiros
veteranos. El piliqueiro, la Morena, las
Hormigas, el Burro con su testamento, la Farrapada…
Son los
poderes de un Entroido que trae
a Laza a miles de turistas y junto a
ellos, antropólogos, cámaras, periodistas y fotógrafos de medio mundo.
¿Esto es carnaval?… No cabe duda de que resulta el más
ancestral de los entroidos. Y muy diferente…
Celebramos también un
carnaval próximo de Villa, mezcla de tradición y reunión social, que
se celebra mayormente en los municipios de la media montaña de Ourense: En Verín y Xinzo goza de mayor fama, pero también Maceda,
Manzaneda o Viana ofrecen un Entroido
bullicioso, interesante y costumbrista.
Este Entroido de Villa es también tradicional y
participativo, con personajes singulares que tienen sus raíces en la historia
de sus medievales castillos. Pero al mismo tiempo, es una muy especial y
popular fiesta, original, colorista, divertida… en la que se come, se bebe y se
baila a ritmo de chocas o de importados ritmos tropicales.
El de Villa, es
un carnaval para bailar y comer, para beber… y para dejar que nuestros cuerpos
se entreguen a los placeres de la carne. Transcurre entre la tradición más
popular y la vistosidad de un desfile. Entre la degustación de la cachuchiña
y demás delicias del cerdo, con la disculpa de reunirse con las comadres o con
los compadres; y el bailongo popular, que menear el esqueleto es de lo mas entroidal…
Verín. Aquí el entroido
cabalga entre el ruralismo de un personaje, el cigarrón, y el desfile de
gran colorido en el que participan todos. Además, bailes,
gastronomía y disfraces para que podamos reírnos hasta de nosotros
mismos.
Los entroidos
de Viana y Manzaneda son aún más antiguos. En Viana
están los boteiros para animar las calles
de la Villa, pero los foliones, en los que participan todas las
parroquias, son el reflejo de esa tradición que no tiene fecha de inicio.
Al igual que en Maceda, en donde el Felo nos recuerda a cigarrones
y a piliqueiros, y todo el mundo lo identifica también con los
cobradores de impuestos del castillo.
Y Xinzo celebra
el más largo Entroido de toda esta
zona entroidal ourensana, la que goza de mayor fama y popularidad… Nada menos
que seis semanas llenas de tradiciones cuyo origen resulta tan sorprendente
como desconocido. Desde la batalla de “fariña”, a la
costumbre de tirarse “olas” unos a otros, pasando
por el personaje central, la pantalla, todo nos hace viajar a un pasado
incierto pero de lo más divertido. Al igual que el desfile y los bailes populares.
El Entroido en la
Villa es una fiesta, la máxima expresión de nuestro alegre espíritu.
El Entroido se
militariza en las ribeiras del Ulla, entre Vedra
y Teo. Si los auténticos personajes del carnaval gallego tienen
su origen en la represión medieval, no podían faltar los “generales”, aunque
estos, en vez de cobrar impuestos, rinden “honores”. Es un Entroido
parroquial, que va de pueblo en pueblo, con todo su colorido y esplendor, en
comitiva.
Tiene una especial
plasticidad: el desfile de los “generales” y “correos” es de lo más vistoso por
sus uniformes y muy peculiar por sus actos. Van a caballo de parroquia en
parroquia, acompañados por un grupo de personas disfrazadas que constituyen lo
que se llama una “máscara”. Al llegar a algunas de las casas, pronuncian los
“vivas” en honor de la gente de “mayor aprecio” y a cambio, toda la comitiva es
obsequiada con dulces y bebidas.
También son
características de este Entroido las “parrandas” y las “velladas”,
donde se juntan jóvenes y mayores con el único y sano propósito de pasarlo
bien. Tiene el especial encanto de lo popular y es una expresión más de nuestra
particular manera de rendir culto a la fiesta.
El Entroido urbano nos
trae de calle y nos da licencia para casi todo…Para montarnos una comparsa
colorista y bailar por las rúas, desenfrenadamente… Para esconder nuestras
vergüenzas bajo un antifaz y asomarnos a la puerta de la vecinita con nuestro
amor secreto. Para la risa, para el ligue… Esta locura no tiene frenos. Es
vitalista y sexual. Divertida y libertaria. De machotes y drackqueens.
Ni tiene límites. Te asomas a la ventana y hueles a placer. ¡Hasta que el
cuerpo aguanta…!
Y aguantará hasta que
acabe perdido entre los placeres de la carne… Comiendo, bebiendo, bailando…
Pero… ¡Nunca tendremos un sambódromo
como el de vuestro Río de Janeiro! ¡Ni tampoco una góndola nos lleve por
un canal de Venecia! ¡Ni lograremos las fastuosas caretas de Niza!
Ni…
Pero ni en Río, Venezia
o Niza sabrán nunca hacer sonar unas chocas ni disfrazarse de
mascarita… Por eso yo buscaré mi propio desenfreno en el rural de esta mi Galicia.
…Donde al
Carnaval le llamamos Entroido.
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